En esta entrada quiero rescatar un episodio muy interesante del podcast de Wall Street Wolverine, el cual te recomiendo que sigas porque habitualmente se entrevista a personas de lo más peculiares de las que se aprende mucho. En este caso el invitado es Phil Hugo, un farmacéutico y experto en nutrición y hábitos de salud. La primera vez que escuché esta entrevista he extraído muchos aprendizajes de ella, y casi un año después me he visto en la obligación de vover a escucharlo para repasar de nuevo y así compartir contigo toda esta información que expondré a continuación. Cabe destacar que todo lo que te voy a exponer relacionado con alimentación y salud le concierne tanto a la población general como al colectivo de aquellos que nos apasiona el rendimiento deportivo. No podemos olvidarnos que tener buenos hábitos de salud forma parte del llamado “entrenamiento invisible”, el cual nos ayuda a prevenir lesiones y enfermedades, y también disfrutar de una vida deportiva más duradera rindiendo al más alto nivel.
Para empezar comentaremos el problema que causan los antidepresivos, cuyo consumo ha ido en aumento en las sociedades occidentales. Entre los antidepresivos, los inhibidores de la recaptación de serotonina (ISRS) son los más recetados y poco efecto están haciendo. Las neuronas del cerebro se comunican entre sí gracias a los neurotransmisores como la serotonina, la dopamina, la adrenalina o la noradrenalina. La serotonina es una neurohormona del bienestar que nos hace sentir bien y en paz con nosotros mismos y con los demás. Se ha observado que este neurotransmisor está en niveles muy bajos en las personas con depresión. Los ISRS (escitalopram, citalopram, paroxetina…) inhiben la recaptación de la serotonina por parte de la neurona que la secreta. El resultado de inhibir la recaptación es el aumento de la presencia de la serotonina en el espacio sináptico que existe entre dos neuronas. Los síntomas que producen los ISRS es causar un estado de bienestar, con más paz y menos ansiedad. Sin embargo, la problemática con estos antidepresivos es variada, destacando principalmente la duración del tratamiento. Es necesario consumir estos fármacos durante varios meses. Además hay que pasar por fases en las que hay que reducir cada vez más la dosis. Esta reducción debe hacerse de forma paulatina, porque si se corta de golpe vuelven a haber recaídas. Estos antidepresivos son efectivos, tal como lo avalan muchos estudios científicos. Sin embargo, son muchos los efectos secundarios que producen: disfunción eréctil por disminución del flujo sanguíneo en el pene, disminución de la lubricación vaginal, pérdida de la líbido, problemas digestivos… Todo ello se debe a que la explosión de la serotonina en el cerebro y en el tracto digestivo. En resumen, se está administrando un medicamento que a su vez está produciendo otro problema. Estos otros problemas generan demanda para otros medicamentos. Estos otros fármacos como Cialis, Viagra también producen efectos secundarios que también necesitan otros fármacos para poder atajar. El resultado final es que produce un círculo vicioso.

Esto mismo pasa con más fármacos como los antiácidos (omeprazol) que son administrados para reducir la acidez estomacal. Una vez consumidos los síntomas se van, pero el omeprazol aumenta la alcalinidad del estómago porque el estómago deja de producir ácido. El ácido es necesario para digerir la carne, las grasas y los carbohidratos. El resultado es que las personas acaban con problemas de digestión con aumento de otros patógenos en el intestino (por ejemplo, Candida), y con el paso del tiempo también aparece hipotiroidismo. Si en el estómago hay menos ácido, comida se digiere peor. Entonces, toda la comida que llega al tracto inestinal está mal digerida y se absorben menos micronutrientes de ella. Muchos de estos micronutrientes (magnesio, vitamina C, selenio, molibdeno…) son esenciales para el funcionamiento de la tiroides.
Como el sistema de salud está basado en una teoría de medicina alopática, si tienes un síntoma el médico te da un parche pero nunca llega a la causa. Entonces, se mantiene a la población rotando entre antiácido, antidepresivos, benzodiacepinas para dormir, levotiroxina para el hipotiroidismo… Y nunca se aconseja a la población lo que tendría que hacer: comer más carne, huevos, pescado, órganos, más sol, más ayuno y más entrenamiento. El aplicar todas estas soluciones hay muchas cosas del sistema de salud que se podrían solucionar, y también a nivel de la ecomomía nacional. El problema es que los médicos en su formación universitaria no reciben conocimientos de salud integrativa, ni en nutrición, ni en hormonoterapia. La medicina que aplican es la alopática, en la que consiste dar fármacos a modo de parche para un problema, y que habitualmente provocan efectos secundarios. La gente cree que la industria farmacéutica quiere a personas sanas. Sin embargo, el sistema farmacéutico es un negocio que se beneficia de tener gente que no está sana y de generarle problemas a estas personas.
Por el contrario, la medicina integrativa consiste en evitar la toma de fármacos. La gran mayoría de enfermedades (exceptuando las enfermedades genéticas y algunos cánceres) se causan por la propia persona. Esto es un punto de vista filosófico bastante existencialista basándose en que el ser humano es responsable de sus actos. Según este tipo de medicina los médicos deberían actuar ante la población contrariamente a como lo hacen: evitar la toma de fármacos, ayunar más, comer más carne y más pescado azul, entrenar más.
La dieta cetogénica no es algo reciente, sino que se ideó en 1920 para tratar la epilepsia. Existen estudios científicos que demuestran cómo la dieta cetogénica es efectiva para personas con ansiedad, con depresión, con trastorno bipolar y con dificultad en focalizar la atención. La dieta cetogénica se basa en un tipo de nutrición en la que el hígado se ve forzado a producir cetonas. Si no comemos carbohidratos (pan, pasta, cereales, mermelada, golosinas…), el hígado produce cetonas a partir de la grasa. Las cetonas son moléculas antiinflamatorias y antioxidantes. Además, a nivel cerebral aumentan el nivel de muchos neurotransmisores. Entre estos neurotransmisores están la serotonina, la dopamina y la melatonina, los cuales están disminuidos en personas con ansiedad y con depresión. El mecanismo por el cual actúan las cetonas es la regeneración de la tetrahidrobiopterina, una molécula que ayuda en la síntesis de todos estos neurotransmisores. Por eso, es recomendable para aquellas personas con adicción a los carbohidratos y comen pan o chucherías cada 3 horas. Porque no es normal tener hambre cada 3 horas. Lo normal es adaptar el cuerpo a depender menos de los carbohidratos, porque va a dar libertad digestiva, libertad mental, y puede reducir síntomas de ansiedad y de depresión. La dieta cetogénica tiene propiedades antidiabéticas, antiinflamatorias y es muy eficaz para la pérdida de grasa, la enfermedad neurodegenerativa… Obviamente está justificado que un deportista que entrena en serio ingiera carbohidratos, preferiblemente en forma de fruta, debido a la demanda de energía que exige la actividad física intensa. Pero si en un día sólo has dado 500 pasos y has estado trabajando delante del ordenador durante 2 horas, no necesitas consumir carbohidratos porque tendrías una sobredosis para las necesidades que realmente tienes. Una persona que es empresaria, que anda 5000 pasos al día, que entrena dos veces por semana body combat y spinning, no necesita comer carbohidratos. Una persona que no entrena y no hace ayuno no necesita comer carbohidratos; lo que necesita es comer carne, huevos, pescado azul, órganos, hígado de bacalao*, seguir una dieta mediterránea (aguacates, aceite de oliva), introducir la suficiente cantidad de sal y suplementarse con magnesio.
* El hígado de bacalao es el alimento más alto del mundo en omega-3, vitamina A y vitamina D. También es rico en vitamina E y selenio.
La carne, el pescado azul y el hígado de bacalao aportan una cantidad de micronutrientes muy alta: magnesio, selenio, molibdeno… para poder metabolizar correctamente el sulfito; todos los minerales relacionados con la tiroides (selenio, hierro); vitamina A y todas las vitaminas del grupo B… Además estos micronutrientes están en muy alta biodisponibilidad en estas fuentes de alimentación. Los alimentos del reino vegetal (semillas, frutos secos…) están rodeados de antinutrientes (moléculas que impiden el paso de los nutrientes a la sangre) y las vitaminas no están en la forma correcta. La carne roja contiene aminoácidos, hierro, selenio, magnesio. Entre los aminoácidos están los bloques para producir antioxidantes en nuestro cuerpo, particularmente la cisteína y el glutamato, que intervienen en la síntesis de glutatión. El glutatión es el principal antioxidante de nuestro organismo junto a la melatonina. Por tanto, la carne roja es prooxidante y antiinflamatoria. La carne también contiene queratina, carnosina, anserina y carnitina. En la yema del huevo hay colina. Todas estas moléculas tienen propiedades antiinflamatorias y también contribuyen a la resíntesis de otros antioxidantes. Comer más carne, más huevo, más pescado y más órganos también tiene un impacto en nuestra saciedad porque nos ayuda a redurcir la ingesta de comida debido a que son los alimentos más ricos en micronutrientes del mundo.

Es cierto que tomar el sol siempre fue algo muy demonizado. Sí es cierto que tal como demostraon algunos estudios científicos, en personas con enfermedades dermatológicas, la sobreeestimulación por rayos ultravioleta del tipo B puede exacerbar cietos síntomas dermatológicos. Por tanto, estas personas sí que no deberían exponerse muchas horas al sol. Sin embargo, las industrias farmacéuticas han aprovechado todo esto para hacer un marketing potente sobre las cremas solares lanzando el mensaje de que si no te proteges vas a acabar con cáncer. Muchos estudios han observado que en muchas de estas cremas solares hay compuestos derivados del oxibenzona. Estas moléculas cuando atraviesan la piel tienen un primer paso hepático y permanecen en la sangre durante semanas, algo no deseable. Una persona cuando realmente se quema es cuando no tiene callo solar. El callo solar es la capacidad que tenemos de exponernos al sol (sin echarnos crema solar) y nunca quemarnos. Pero, ¿por qué hay personas que se queman enseguida? La respuesta está en el tipo de nutrición que llevan, ya que tienen sus células llenas de ácido linoleico, un ácido graso omega-6 está presente en las semillas y los alimentos ultraprocesado s. Además, también suelen tener muchas moléculas proinflamatorias y oxidantes en el organismo que contribuyen a tener una piel de mala calidad, y por ello al recibir a la mínima rayos ultravioleta de tipo B se queman. Hay que añadir que también las concentraciones de vitamina A en estas personas suelen ser insuficientes porque no comen suficientes órganos. Lo primero que debemos hacer para construir el callo solar — es decir, exponernos fuera sin protector solar — es hacerlo poco a poco y cuidando nuestra nutrición (más carne, más huevo, más pescado y más órganos; evitar todos los aceites de semilla como aceite de colza o aceite de maíz, y los alimentos ultraprocesados). El segundo paso a realizar es exponernos a la luz solar tan pronto nos despertemos, unos 5-10 minutos. Lo más importante es que el ojo capte la luz solar. Entre las 7 y las 10 de la mañana hay una fracción del sol, que es la luz infrarroja. La luz infrarroja estimula al cerebro para producir T3, testosterona y dopamina, y también contribuye a la construcción del callo solar a lo largo del día. Posteriormente, si nos exponemos entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde, debemos empezar con 15 minutos sin protección y cada semana ir aumentando 5 minutos. Si queremos exponernos más tiempo en primevera y verano, cuando los rayos ultravioleta son más fuertes, sí que debemos protegernos la cara con crema solar porque la cara tiene una capa de colágeno muchísimo más fina que el resto del cuerpo y tiende a fotoenvececer mucho más porque es la única parte del cuerpo que está expuesta todo el año. Nosotros mismos podemos prepararnos nuestra crema solar mezclando óxido de zinc, aceite de coco y cera de abeja. La mezcla la calentamos y la revolvemos.
El sol también es un precursor del óxido nítrico, el cual es un potente agente vasodilatador que favorece el paso de nutrientes a las células; y de la síntesis de la vitamina D. En el invierno suele haber más casos de depresión porque los niveles de vitamina D suelen estar más bajos debido a la menor exposición al sol. La vitamina D es esencial para la absorción de calcio en los huesos, es precursosa de la síntesis de serotonina (esencial para mantener el ánimo), ayuda a la síntesis de testosterona y reduce el dolor articular. El sol es un potente antidepresivo y regula los circadianos. Cuanto más tiempo pasemos junto al sol durante el día, mejor dormiremos por la noche.


A partir de los 25 años empieza a disminuir la síntesis de testosterona en los varones. Lo ideal y verdaderamente normal es que la concentración de testosterona esté por encima de 800 ng. Hay estudios que demuestran que por debajo de 700 ng se asocia a más riesgo de padecer problemas cardiovasculares y diabetes. Por debajo de 300 ng aparece la disfunción eréctil y pérdida de la líbido. En las analíticas médicas consideran como normal tener los niveles de testosterona por encima de 300 ng, pero hay decenas de estudios científicos que concluyen que por debjo de 700 ng puedes tener problemas cardiovasculares, disfunción eréctil… Partiendo de esta base, debería recetarse con más frecuencia la testosterona como hormonoterapia (tanto en hombres como en mujeres) tomando una dosis de reposición hormonal para ayudar a volver a los niveles normales, no concentraciones muy altas para volverse un culturista. La testosterona ha demostrado ser un protector de las enfermedades cardiovasculares, además de ser antidiabética, antidepresiva, proteger contra el dolor articular y aumentar la masa muscular.

En cuanto a la suplementación, Phil Hugo recomienda tomar magnesio, omega-3, colágeno, vitamina C y creatina. Estos son los cinco suplementos que una persona podría tomar todos los días. La ingesta de estos suplementos tendrá un impacto cardioprotector (omega-3), osteoprotector, prevención de las arrugas (colágeno) y neuroprotector (vitamina C). La vitamina C también ayuda a la síntesis de colágeno. El magnesio es el mineral más infravalorado porque sus concentraciones normales no se cubran con la alimentación. Hay estudios que demuestran que tomando medio gramo de magnesio al día ayuda a conciliar mejor el sueño, es un potente ansiolítico, reduce el dolor muscular y mejora el ánimo. Se ha demostrado que la creatina también es un potente antidepresivo y posee beneficios casi parecidos a muchos antidepresivos.

Tener una composición corporal con un alto porcentaje de grasa no es nada beneficioso para el organismo ya que es inflamarse, tener tejido que no sirve para nada en el cuerpo y aumenta la probabilidad de padecer una enfermedad cardiovascular, diabetes y depresión. Desde un punto de vista fisiológico no hay ninguna ventaja en ser una persona obesa y tener una neuroquímica que funcione de la misma manera que una persona que entrena, se expone al sol y que tiene un peso saludable. No es comparable porque la producción de citoquinas proinflamatorias a nivel cerebral hace que la persona obesa sea resistente a la insulina y a los neurotransmisores. La síntesis de BDNF, serotonina, dopamina y otras hormonas se produce cuando hay una cantidad de grasa normal en el cuerpo. La aromatasa (hormona que aromatiza la testosterona a estradiol) sólo existe en cantidades normales cuando los niveles de grasa corporal son correctos.
El ser humano es un ser de hábitos. Por ello, tenemos que analizar y cuestionarnos muchos de nuestros hábitos, y estar dispuestos a cambiar nuestros paradigmas mentales. Como individuos debemos ser nosotros mismos quienes tomemos la responsabilidad de nuestros actos y no delegarla en otros para que dicten nuestra forma de vivir. Tenemos que hacer menos para obtener más. Debemos hacer ayuno para perder grasa, ganar tiempo, ganar energía y ahorrar dinero. Tenemos que simplificar nuestra alimentación a carne, huevo, pescado y órganos; fruta y verduras si entrenamos. Salvo enfermedades genéticas y algunos cánceres, la gran mayoría de las enfermedades (hipotiroidismo, depresión, problemas digestivos, dolor articular, acné…) son patologías que nosotros mismos nos las generamos. Una vez que entendamos esta perspectiva más existencialista de la humanidad, nos liberaremos de muchos de nuestros males. Nuestra salud es nuestra libertad. Cuanta más salud tengamos, más libertad tendremos a nivel financiero, espiritual, físico y mental.

Referencias bibliográficas:
- Wall Street Wolverine. (2024). EX FARMACÉUTICO REVELA la VERDAD de la INDUSTRIA FARMACÉUTICA 💊 PHIL HUGO [Archivo de Vídeo]. YouTube. https://youtu.be/8Jnu5G1avis?si=_uVajQpY9JrG5IBf


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