Aunque las caídas no son accidentes que nos ocurran todos los días, el riesgo de caernos siempre existe y puede pasar en cualquier instante y en el momento menos esperado.
Las caídas a partir de una intensidad ya considerable pueden producir los siguientes efectos:
- Pueden dejar secuelas que incapacitan permanentemente para desarrollar una determinada profesión u otro tipo de actividades de nuestra vida cotidiana.
- Suponen elevadas pérdidas económicas para las empresas como consecuencia de las bajas laborales, y también son un gran costo al sistema público de salud.
- E incluso algunas pueden provocar la muerte.
Sin duda lo ideal es la prevención, pero ante un suceso en el que perdemos el equilibrio y ya no podamos dar marcha atrás, es importante que aprendamos a colocarnos en la posición correcta y realicemos el movimiento adecuado para amortiguar lo máximo posible el golpe contra el suelo.
Es por eso que todo el mundo debería aprender a caer con el fin de evitar o minimizar muchas de sus graves consecuencias. Enseñar a caer debería impartirse como temario en las clases de Educación Física en las escuelas para ya desde niños ir asimilando e interiorizando esta habilidad motriz tan básica que por el hecho de vivir en una sociedad sedentaria no se nos permite desarrollar. Saber caer nos ahorrará pasar por muchos problemas y nos proporcionará salud.
A raíz de toda esta información es trascendental que valores la importancia de caer bien, y determinadas artes marciales japonesas como el judo y el aikido proporcionan las bases para el dominio de esta habilidad motriz esencial.
Antes de entrar en materia, te animo a que compartas este contenido con otras personas ya que muy seguro podría serles de gran utilidad. Tanto por tu salud como para ahorrarles disgustos a tus seres queridos debes aprender a caer bien, algual que también ellos deberían hacerlo por ti.

Tal como expone Shu Taira en su libro “La esencia del judo”, se llama ukemi al método de suavizar el impacto cuando se cae en el suelo. Por lo tanto, el ukemi es el modo de asegurar el menor sufrimiento posible al caer en el tatami. Si el aprendiz de judo o aikido no está capacitado para realizar correctamente las caídas, siempre se mostrará reticente a caer o a ser proyectado, por lo que optará por una posición defensiva, no atreviéndose a iniciar los ataques. Esta situación impedirá su progreso en este arte marcial. Por el contrario, con el dominio a la perfección de estas técnicas el judoka no tendrá ningún reparo en ser proyectado y, en consecuencia, esto le ayudará a progresar técnicamente partiendo de los movimientos correctos.
El ukemi destaca por tener las dos siguientes características:
- Suavizar el choque con los brazos. Al glopear con los brazos contra el suelo se disminuye notablemente la potencia con la que el resto del cuerpo llega al suelo, ya que se opone a esta fuerza de caída ascendente, que es la que ejercen los brazos al golpear. Es por eso que cuanto más fuerte se golpee contra el suelo con las manos, menor será el impulso con el que el cuerpo llegue al suelo, lo cual reducirá la probabilidad de lesionarse. Los brazos deben ir a la máxima velocidad posible y en el momento de glopear el suelo deben estar completamente horizontales a éste. Si golpeamos demasiado pronto no conseguiremos la horizontalidad de los brazos y el golpeo se hará a una velocidad menor, aumento el riesgo de luxación en las articulaciones.
- Suavizar el choque por movimiento de giro. Los ukemi deben realizarse con el cuerpo completamente flexionado simulando una esfera. Si se cae tenso y en extensión completa, el cuerpo se somete a un impacto más fuerte, transmitiéndose las vibraciones a la cabeza. Sólo flexionando completamente el cuerpo evitaremos el efecto de resonancia al absorber el cuerpo relajado la vibración. Además, la fuerza de caída se transformará en fuerza rotacional, haciendo girar el cuerpo.
Antes de empezar con el aprendizaje de los ukemi es preciso empezar con un ejercicio de familiarización con el golpeo en el suelo conocido como bate-maza-látigo. El principal objetivo es aprender a golpear en el suelo.
- Posición de inicio: Tumbado en decúbito prono (boca abajo).
- Ejecución: Hacer golpeos contra el suelo impactando de forma rápida con la palma de la mano y la parte anterior del antebrazo. Los golpes deben ser fuertes, veloces y secos para sacar partido a la 3ª Ley de Newton (Ley de acción y reacción).
- Principios mecánicos generales:
- Suavizar la fuerza de la caída mediante el golpeo con los brazos.
- Superficie óptima de impacto.






En las próximas entradas iremos describiendo las progresiones para el aprendizaje de cada uno de los ukemi: ushiro ukemi, migi yoko ukemi, hidari yoko ukemi, migi zempo kaiten ukemi e hidari zempo kaiten ukemi.

Referencias bibliográficas:
- Taira, S. (2014). La esencia del judo (Tomo 1), 2ª edición. Satori.


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