La espalda es un estilo de nado alternativo en el que el nadador realiza movimientos rotatorios y alternativos de los brazos. Para girar, hunde la cabeza, levanta ambas piernas fuera del agua y toma impulso en la pared. Las pruebas de competición que existen de este estilo en natación son las siguientes: 50 m, 100 m, 200 m. Entre ellas sólo las dos últimas son olímpicas.

Al analizar la técnica de cualquier estilo de natación debemos prestar atención observando cuatro segmentos corporales: brazos, piernas, tronco y cabeza. Los brazos son el segmento más importante en el análisis técnico. De este modo, en el nado en espalda podemos contemplar todo lo siguiente:

  • BRAZOS
    • Fase aérea o recobro. El codo está completamente extendido. El final de la fase aérea es la entrada de la mano en el agua. En ella la mano está posicionada con la palma hacia fuera, de manera que lo primero en entrar en el agua es el meñique. Así la mano ya está preparada para realizar correctamente el agarre.
    • Fase acuática o tracción. Es la fase más importante porque es la que permite al nadador propulsarse. Se divide en 3 subfases:
      • Agarre. Es la subfase más importante de todas porque es en la que se inicia la tracción y condiciona las demás subfases. Es la subfase en la que se genera más fuerza.
      • Tiron. Es la subfase en la que se genera más potencia.
      • Empuje. Es la subfase en la que se genera más velocidad.
  • PIERNAS
    • Fase ascendente. Es la fase más importante porque es la que permite al nadador propulsarse.
    • Fase descendente.
  • TRONCO. Debe estar en posición horizontal. Interviene en el rolido.
  • CABEZA. La mirada debe ser hacia arriba. Interviene en la respiración.

El rolido es el movimiento de giro o rotación de los hombros y del resto del cuerpo en el plano longitudinal. Es importante porque proporciona fluidez en el nado ya que permite ampliar el rango de movimiento tanto en la brazada como en el batido.

En el estilo espalda el batido es continuo. Por tanto, sólo hay un tipo de coordinación.

El agarre siempre es la prioridad número 1 durante la observación de la ejecución técnica de un nadador. El agarre es la parte de la brazada donde intentamos generar más fuerza. Todas las demás partes del estilo deben de ir enlazadas a ayudar a que el agarre sea mejor. Durante la realización del agarre hay que tener en cuenta todas las siguientes consideraciones:

  • La entrada de la mano debe ser en línea con el hombro y no detrás de la cabeza. Si buscamos agarrar agua detrás de la cabeza estaremos empujando hacia un lado y no hacia los pies.
  • Una vez entra al agua, la mano cambia de dirección para dirigir la palma de la mano hacia los pies y no hacia abajo. A veces ocurre que el nadador nota presión en el hombro cuando empuja con la palma hacia abajo y entonces cree que eso es mejor, pero no. Lo ideal es que no note mucha tensión en el agarre, será señal que está orientando la mano bien.
  • Las puntas de los dedos tienen que señalar hacia afuera (es decir, hacia donde no está el cuerpo).
  • Esta posición de agarre va a colocar la mano en una posición perfecta para empujar agua hacia los pies durante la mayor parte de la tracción.
  • Durante la tracción, el brazo debe seguir la prolongación del tronco desde una vista frontal. El brazo debe estar en línea con la espalda.
  • De este modo, la tracción será más potente y mantendremos el codo flexionado más de 90º. Cuando el nadador hunde mucho la mano durante la tracción suele ocurrir que el codo se tiene que flexionar demasiado, la mano se acerca mucho al cuerpo y es menos efectiva.
  • No empujar hacia abajo.
  • No orientar el brazo debajo del cuerpo.
  • La sensación es como lanzar un pelota al suelo estando de pie.
  • Hay que intentar no comprometer el core, el cual debe estar compacto.

En relación a la posición de la cabeza y el cuerpo durante el nado, el nadador debe de mantener el pecho un poco hundido y la cabeza ligeramente inclinada, como apoyada en una almohada. Para ello, la espalda y la cabeza deben adoptar una posición redondeada, curva. Esto va a ayudar a que las caderas estén justo debajo de la superficie del agua y que las piernas pueden moverse libremente haciendo un batido efectivo y más propulsivo. Si se lleva la cabeza muy atrás (la mirada hacia arriba), se arquea la espalda y posiblemente la cadera irá más hundida.

Posición correcta
Posición errónea

Lo más importante del rolido no es cuánto giras sino cuándo giras. Esta acción debe realizarse pronto. La magnitud del rolido te debe permitir hacer el agarre bien (con una rotación máxima de aproximadamente de 20-30° es suficiente). El brazo al traccionar no requiere una mayor rotación. Hay que permanecer más sobre la espalda que de lado. Hay que tratar de traccionar con todo el brazo, desde el hombro hasta la mano.

La clave está en hacer el rolido un poco anticipado para que cuando la mano entra al agua, el tronco ya está un poco orientado hacia ese lado. Si se hace el rolido tarde, la entrada de la mano al agua será difícil. Probablemente se flexione el codo en la entrada y ésta ocurra sobre la cabeza, además de que la mano entre con el dorso y no con el meñique. El tiempo de rotación lo podemos controlar bajando la axila y así hundir el hombro.

Además de conseguir un tiempo de rotación adecuado, al realizar el rolido es importante la coordinación. Para que el rolido vaya bien coordinado es bueno empezarlo ayudándose con el final de la tracción del brazo contrario. Es decir, con el final de la tracción ya me tengo que apoyar para empezar a girar las caderas hacia el otro lado y, con eso, ayudar a que el cuerpo esté correctamente orientado cuando la mano se prepara para entrar al agua.

El empuje es el final de la brazada y debemos utilizarlo para rotar pronto. Para ello, la mano va hacia abajo y hacia dentro. La punta de los dedos se orientan hacia arriba, es decir, hacia la superficie. Debemos rotar los hombros hacia el otro lado para favorecer la entrada de la otra mano. Hay que sentir el empuje de la mano para acabar la brazada. Un error común es empujar hacia abajo con la palma de la mano. El empuje debe ocurrir debajo de las caderas y acaba hacia un lado del cuerpo, a nivel de la cadera. Hay que elevar la mano para que salga del agua cerca de la cadera.

La cadencia (timing) en el nado espalda debe de estar marcada por el giro del cuerpo y no por el movimiento de los brazos. De esta manera, cuando el nadador quiera acelerar la frecuencia de brazada debe aumentar la cadencia del giro del cuerpo.

Los parámetros que nos permiten controlar el rendimiento son la frecuencia de brazada y la longitud de ciclo. La frecuencia de brazada es el número de brazadas por minuto. Para definir la longitud de ciclo hay que partir de que un ciclo es el intervalo comprendido cada 2 brazadas en los estilos crol y espalda, o en cada brazada en los estilos braza y mariposa. La longitud de ciclo es la distancia recorrida desde la entrada de la mano en el agua hasta que vuelve a entrar la mano de ese mismo brazo. Se suele medir en metros.

Referencias bibliográficas:


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