En situación de reposo, los filamentos finos y gruesos de un sarcómero se solapan ligeramente. Durante la contracción, los filamentos finos y gruesos se deslizan unos sobre otros aproximando las líneas Z hacia el centro del sarcómero.
La contracción es estimulada cuando la motoneurona α inervadora de la fibra muscular libera el neurotransmisor acetilcolina como consecuencia de un potencial de acción (señal eléctrica originada en la neurona). Así, se transmite el potencial de acción a lo largo de la fibra muscular, provocando los siguientes efectos:




Las células musculares son dependientes de ATP, principal molécula energética para satisfacer las demandas en una actividad determinada. Durante el ejercicio, la actividad metabólica del músculo esquelético puede incrementarse mucho respecto al estado de reposo. En estas condiciones, la reposición de ATP puede ser varios cientos de veces más rápida que en reposo, sin que llegue a variar la concentración de ATP intracelular.
El conjunto de reacciones químicas que tiene lugar para transferir energía de los sustratos almacenados en el organismo hacia la liberación para realizar movimientos conforma el metabolismo energético.
El tejido muscular posee reservas de ATP, aunque no superan unos pocos segundos de consumo. Ello implica una continua síntesis de ATP al tiempo que se hidroliza de manera inmediata (ciclo de ATP).
Gracias a la pequeña concentración de ATP en el tejido muscular se pueden iniciar las contracciones musculares estimuladas por la entrada de iones calcio a la célula.

Un producto que ayuda al ciclo del ATP es la fosfocreatina (PCr), presente de manera natural en el músculo esquelético.
El ADP puede convertirse en ATP por acoplamiento con la hidrólisis de fosfato de creatina. La creatina, por tanto, recicla el fosfato liberado por la hidrólisis de la molécula de ATP original. Esto ayuda a mantener la energía fácilmente movilizada sin agotar las reservas de ATP.

El ATP muscular es la fuente de energía más inmediata. Por sí misma, permite realizar esfuerzos breves gracias a su almacenamiento en los músculos esqueléticos y aporta unas 2 kcal de energía por sí sola. Si es capaz de acelerar su resíntesis y presencia en el músculo esquelético con la ayuda de la fosfocreatina, puede llegar a aportar hasta 7 kcal que nos ayudan en los esfuerzos más cortos e intensos.
Referencias bibliográficas:
- Marchante D. (2020). Fisiología del ejercicio y de la hipertrofia muscular. Conceptos básicos [archivo PDF]. Recuperado de https://universidadpowerexplosive.com/


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