Seguramente has escuchado en boca de muchos entrenadores deportivos frases de este estilo: “Si te pones a levantar pesas te pondrás fuerte, pero a consta de sacrificar tu flexibilidad y movilidad articular.” Y viceversa: “Si tu objetivo es ganar mucha flexibilidad tienes que evitar levantar pesas para que no te limite en ello.” Estos planteamientos que han existido desde siempre no son del todo equivocados, pero tampoco son correctos al 100%. Y es que depende de cómo hagamos las cosas.
Si nos limitamos a trabajar la fuerza en máquinas estacionarias, o seleccionamos ejercicios de aislamiento muscular, o incluso ejercicios más globales pero sin realizar todo el rango completo de recorrido que nos permite alcanzar nuestras articulaciones, el resultado no será beneficioso para la fluidez de los movimientos y el desempeño motor. Tras repetir a lo largo del tiempo todo esto como una secuencia de malos hábitos iremos perdiendo movilidad en los hombros, las caderas, los tobillos y las muñecas. Pero por si fuera poco esto no termina aquí. Normalmente esta situación de pérdida de flexibilidad se acompaña de un empeoramiento de nuestra postura corporal como consecuencia de los desequilibrios entre grupos musculares que se producen. Visto desde así, todo lo comentado al principio es cierto.

Pero si apostamos por realizar ejercicios multiarticulares con los que trabajamos todo el cuerpo a la vez y en los que fortalecemos grandes grupos musculares y cadenas cinéticas, completando todo el rango de movimiento posible de las articulaciones móviles que intervienen y, además, utilizando como herramienta de trabajo el peso libre (preferiblemente la barra olímpica), resulta que aparte de ponernos fuertes también ganamos flexibilidad porque la fase excéntrica de esta clase de ejercicios no deja de actuar como un estiramiento dinámico que contribuye a deformar la fascia de tejido conjuntivo denso y fibroso que envuelve a nuestros músculos y así facilitar su elongación. Todo esto hace que lo que muchos entrenadores han comentado acerca de la controversia entre fuerza y flexibilidad se vuelva en parte un mito.

Muchos deportistas necesitan ser fuertes y flexibles a la vez, es decir, necesitan realizar sus gestos motrices aplicando fuerza o incluso potencia, pero también necesitan flexibilidad para que estos gestos se ejecuten con eficacia, fluidez y elegancia desde el punto de vista técnico. Por tanto, la forma de trabajar la musculación en cualquier deportista debe ser incorporando en sus sesiones ejercicios multiarticulares realizados en el rango completo de movimiento articular. Así que sí es posible ser fuerte y flexible al mismo tiempo.
Pero por si todavía lo sigues dudando, a continuación te pondré algunos ejemplos que demuestran que existe compatibilidad entre fuerza y flexibilidad.
Quizás los atletas más representativos de todos son los luchadores de artes marciales. Seguro que algunos de estos personajes que te voy a mencionar te suena:
- Jean-Claude Van Damme, quien fue un actor muy famoso que hizo su boom en la década de los 80 en “Retroceder Nunca, Rendirse Jamás” y participó en otras muchas películas de gran éxito.
- Scott Adkins, famoso por interpretar al mítico personaje llamado Yuri Boika en la saga de “Invicto”.
- Bren Foster, experto en taekwondo y también actor. Éste es probablemente mi favorito.
- Michael Jai White, practicante de jiujitsu y kárate, que debutó en bastantes películas.
- Mark Dacascos, otro gran actor en la lista y que domina más de un arte marcial.
- Giga Ovgod, un youtuber quizás no tan conocido, pero con un nivel de pelea y un físico envidiables. Éste también me gusta mucho. Bueno, en realidad me gustan todos y deseo ser como ellos.
Obviamente no todas las personas que puedes ver practicando artes marciales tienen mucha fuerza o son musculosas. Esto se debe a que no han incorporado sesiones de pesas y no levantan grandes cargas en su entrenamiento. Por tanto no es ninguna contradicción en cuanto a la demostración de que sí es posible desarrollar altos niveles de fuerza con largos rangos de movilidad articular.
También podemos encontrar muchos atletas tan igual de fuertes como flexibles en otros deportes como en diferentes disciplinas de la gimnasia: artística, acrobática, de trampolín o calistenia.
Pero no sólo necesitamos flexibilidad para practicar artes marciales y gimnasia. Esta cualidad física también es demandada en otros deportes, aunque quizás no se requiere expresarla en la misma magnitud que en los otros dos.
Un ejemplo de ello lo podemos observar al ir haciendo la zancada durante una carrera de velocidad. En su transcurso necesitamos tener una cadera muy móvil como para ser capaces de flexionarla hasta llevar el muslo a una posición casi paralela al suelo. Sólo de esta forma seremos capaces de cubrir muchos metros de distancia con este gesto de flexión de cadera, lo cual supone una gran eficacia y un menor esfuerzo durante su ejecución.
También los levantamientos de halterofilia, o sea, la arrancada y el dos tiempos, demandan mucha movilidad tanto en los hombros como en las caderas, y no hay ninguna duda de que el nivel de fuerza y potencia de los halterófilos es muy alto.
Espero que con toda esta explicación ya tengas claro que puedes mejorar a la vez tu fuerza y tu flexibilidad, y que para ello deberás entrenar en el gimnasio de la manera correcta. Recuerda que ambas cualidades son demandadas por igual en muchos deportes y como deportista debes potenciarlas para destacar y sobresalir en la práctica de tu especialidad deportiva.

Referencias bibliográficas:
- Sánchez D. (s.f.). Prowellness. https://prowellness.es


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